miércoles, 18 de mayo de 2011

Intermitente

Ella y yo vamos en el coche. Acaricio su pierna con la mano derecha, con la otra manejo. Ella vuelve su cabeza hacia mí, abre la boca un poco excitada. Abre más las piernas. Siento el calor en mi sexo. Ella lo toca delicadamente, desabrocha el pantalón. Procuro seguir manejando mientras todo esto ocurre. Casi todos los altos nos han tocado. Eso es suerte. Me ayuda a sacar mi pene ya erecto y comienza a acariciarlo, cada vez más fuerte. Sigo manejando, escucho pitazos y mentadas de madre porque voy lento. Sueño con que las luces rojas son eternas. No quiero mencionar o proponer el hotel por que acabaría con el momento. Tomo su cabeza y jalo delicadamente sus cabellos. Ella gime, yo casi grito. Doy algunos volantazos, por poco me estrello. Desde los otros coches nos observan con asombro, ella no se entera. Ya no hay altos, sólo sigas. Toco sus nalgas. Casi me vengo. Ella gime de nuevo y eso me excita mucho más. Su boca hace lo que sabe hacer sin restricciones. Se balancea de arriba hacia abajo y acaricia mis testículos. Otro siga, un amarillo: preventiva, yo sigo, viene un coche de derecha a izquierda, yo cierro los ojos, por fin termino, me vengo, grito. Se siente el golpe, ella se estrella con el volante, yo con el cristal izquierdo. Oscuro. Silencio.

Jessica Piedra

Ixchel Rivera Bribiesca

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