miércoles, 11 de abril de 2012

Encuentro

Km 256. Respiró aliviada. Habían sido muchas horas manejando. Ya estaba muy cerca, no había de que preocuparse.

Roberto Camargo, serie Road book
Leyó el mensaje en su celular y entró al Oxxo a comprar tiempo aire. Acarició su vientre. -Ya pronto- murmuró. Lo importante en ese momento era el encuentro.

Regresó a su auto y comenzó a marcar un número. Levantó la mirada. Entonces lo vio acercarse directamente a ella. Reconoció su auto. Su corazón se aceleró; no podía creerlo, no sabía que pensar, parecía un sueño, una aparición en esa carretera desierta.

No esperaba encontrarlo ahí, de esa manera y en ese momento. La expresión en su rostro fue de sorpresa y de miedo. Sus ojos buscaron los de él y, por un sólo instante, sus miradas coincidieron.

En cuestión segundos, un sentimiento de resignación sucedió entre ellos al comprender la inevitable situación, como si el futuro que iban a compartir a partir de ese momento se revelara. Apenas tuvo tiempo de entenderlo: no volverían a separarse. Y así, ese efímero encuentro se congeló y se hizo eterno. 

 Cubrió su vientre con sus brazos y se entregó al encuentro. Cerró los ojos suspirando profundamente mientras el auto que él manejaba se estrellaba contra ella.



Francisco Gutiérrez

3 comentarios:

Cinefilo Incipiente dijo...

Muy buena la imagen que acompaña tu texto Kazo, celebro que te hayas animado a publicar.
Felicidades para ti y para Roberto Camargo por la grafica, estamos pendientes del proyecto literario.
Saludos Kazito Web, saludos Rio Arriba.

Ronda dijo...

Muy triste. Sentir ese anhelo por escapar; por un nuevo comienzo y en algunos casos...un buen final.

Jack dijo...

Un final inesperado, parece que es parte de tu estilo, muy bueno Kazo.