Voy tejiendo hilos de saliva por sus muslos
Ella mide con parpadeos la distancia de mi cuerpo al suyo,
Contemplo su boca acercándose a mi sombra,
Extraigo venas de su gemido, los hago adornos perpetuos para el silencio.
Mi nariz desciende en la marea de sus cabellos,
Cuando la resistencia de mi olfato languidece
Explora sus aterciopelados confines de durazno,
O es lo que otros llaman espalda.
Jair Domínguez
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