Foto de Emmanuel Moreno Flash |
cinco sentidos dispuestos a todo.
Caminos contrarios, deshabitados,
cincuenta pesos de cuota.
Un viaje,
sin destino, sin fe.
Caminos de tierra y recuerdos empolvados.
En las faldas del monte nos encontramos,
despedidas, único adiós.
La Muerte nos vigila desde arriba,
esperando el tropiezo.
Tropezamos.
Caemos.
Nos incorporamos.
Sin miedo y con certeza,
emprendemos de nuevo el viaje;
por carreteras infinitas como la vida,
que recorren el mundo inexorable;
mientras la búsqueda de ese lugar,
nunca termina.
Un viaje,
trayecto despacio,
con final abrupto y desconocido
que nos lleva siempre a comenzar de nuevo.
Alejandro Devesa
Guanajuato 1988
4 comentarios:
Alguna vez hemos tenido un viaje de esos en los que la noche cubre todo, este poema me llevo a uno de esos.
Me gusto mucho.
Hablando de estos viajes,me hace recordar la experiencia q viví en los caminos de la muerte 'en realidad me ha gustado mucho,fatima c.
Un poema que te lleva al camino de la vida. Muy bueno!
Subestimamos los viajes que a diario emprendemos, que, por cortos que sean,siempre nos dejan una enseñanza de vida, así como lo hacen estas líneas.
Me gusta!
Stephany Poulain
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